Franja de resguardo
Las franjas de resguardo buscan promover una interfaz que amortigüe las actividades urbanas con la dinámica del ecosistema nativo resguardado por la REPSA a través de favorecer el establecimiento de las especies nativas herbáceas y arbustivas para reducir el riesgo de dispersión de incendios y permitir el mantenimiento preventivo y correctivo de las instalaciones universitarias.
Los incendios que ocurren en las áreas de Reserva o con vegetación nativa, como los pedregales remanentes de CU, se presentan principalmente de enero a mayo (fines de la temporada seca fría [ene-feb] y durante toda la temporada seca cálida [mar-may]), y se deben al manejo directo del fuego por personas presentes en el área (p. ej.: aventando una colilla de cigarro prendida…).
El fuego se expande debido a la presencia de material combustible acumulado en el área, (p. ej. troncos, ramas secas…), pero sobre todo a la presencia de pasto kikuyo seco, ya que es rápidamente inflamable y ocupa mucha extensión, principalmente en las áreas perimetrales, puede ayudar a que el fuego abarque gran superficie y encontrar combustible más inflamable, como por ejemplo un cúmulo de madera seca o árboles con resinas como coníferas, una llanta, muebles o una instalación...
Si a esto se le suma la presencia de viento, el fuego inicial, que pudo haberse quedado en "sólo" un conato, se convierte en incendio[1]* que dejará una mayor superficie quemada con daños considerables debido a la pérdida del material genético presente en el área: semillas, huevecillos, además de los seres vivos presentes en el área y que fueron calcinados por el fuego... y afectando la presencia de especies sensibles como el palo loco, planta representativa del pedregal de CU.
Establecimiento de franja de resguardo en instalaciones en áreas aledañas a vegetación nativa en Ciudad Universitaria
Son diversas las dependencias que cuentan con edificaciones o instalaciones colindantes a áreas de vegetación nativa (ya sea pedregales remanentes o zonas REPSA), por ello y con la intención de que las acciones de mantenimiento preventivo y correctivo de las instalaciones universitarias puedan realizarse sin generar mayores afectaciones en las áreas nativas, la SEREPSA emite las siguientes recomendaciones a realizar:
- Programar la realización de las siguientes acciones antes de comenzar la temporada seca cálida (febrero a abril, mayo, o hasta el establecimiento de la lluvia). Incluso se puede comenzar una vez que termine la temporada lluviosa, a finales de octubre o inicios de noviembre.
- Realizar un recorrido con personal de la SEREPSA para identificar el área asignada a la franja de resguardo, la cual está conformada por dos zonas, la zona 1, que va de los 0 a los 5 metros de distancia a partir de la edificación y la zona 2 que va de los 5 a los 10 metros.
- Programar la colocación de señalización que delimite dicha zona (si el área está dentro de la poligonal de la REPSA compete a la SEREPSA realizar dicha delimitación, sino a la dependencia, el tipo de delimitación es el establecido por la SEREPSA).
- Siempre procurar el respeto y cuidado a las especies nativas de flora y fauna a lo largo de la realización de las actividades preventivas, aunque se vaya a realizar retiro de vegetación no hay que generar una afectación mayor a la que se requiere hacer.
- Priorizar el retiro de especies exóticas antes que el de las especies nativas[2].
- Coordinar con la SEREPSA el adecuado retiro de las estructuras propagativas de ejemplarse de especies exóticas ubicadas en la franja de resguardo, esto para evitar la dispersión de éstas especies exóticas e invasoras como: kikuyo, leonotis, kalanchoe, ricino, etc.
- Realizar el retiro de todo material inorgánico presente en la franja.
- Realizar el retiro manual y minucioso del pasto kikuyo presente y de otras especies herbáceas que pudieran fungir como material combustible. De ser posible, procurar dejar la roca volcánica expuesta, retirando sustrato y vegetación seca.
- Identificar los ejemplares arbóreos, exóticos y nativos, cuyo tronco esté ubicado dentro de la zona 1 de la franja de resguardo.
- Identificar los ejemplares arbóreos, exóticos y nativos, cuyo tronco esté ubicado dentro de la zona 2 de la franja de resguardo, pero cuyas ramas se extienden hacia el edificio y se encuentran a menos de 5 metros de éste.
- Promover el derribo de los árboles exóticos ubicados en la franja 1 y 2 y el retiro de todo el material de éstos.
- Promover el levantamiento de copas y la poda de ramas de árboles nativos sanos que se encuentren a menos de 5 metros de las edificaciones y el retiro de todo el material seco o enfermo de éstos.
- Retirar todo el material leñoso seco o biomasa seca presente y el material resultante del derribo y poda de ramas ya que es combustible para el incendio.
- Asegurar la disposición adecuada del material resultante, verificando que se lleve a la planta de composta de CU.
- Considerar que a lo largo del año se requiere mantener la zona 1 de la franja de resguardo libre de crecimiento de ejemplares arbóreos (exóticos y nativos), así como de ramas de árboles vivos dentro de dicha franja y residuos inorgánicos.
- Una vez concluidos los trabajos de esta temporada, notificar a la SEREPSA para realizar un recorrido conjunto con el personal de la dependencia e identificar otras acciones que pudieran llevarse a cabo para complementar el resguardo tanto de las edificaciones como del ecosistema nativo que alberga el campus de Ciudad Universitaria.
- Verificar continuamente el buen funcionamiento del sistema de combate de incendios de su dependencia (protocolos de la CLS, funcionamiento de equipo como extintores, hidrantes, aspersores, etc.), para que en caso de que suceda un incendio éste pueda ser contenido de manera rápida y eficaz reduciendo la superficie de afectación y daño tanto al ecosistema nativo como a la instalación.
Es fundamental considerar que en la franja de resguardo no se podrá:
- utilizar para ningún otro tipo de actividad o acción que no tenga que ver con las actividades de prevención y atención de incendios y de mantenimiento preventivo o correctivo de instalaciones ya presentes en el área;
- realizar siembra de ninguna especie exótica;
- realizar deshierbe con maquinaria, sea desbrozadora o cualquier otra, se requiere realizar el deshierbe de manera manual y minuciosa para reducir el pronto crecimiento de la especie retirada y preservar las especies nativas que no necesariamente fungen como combustible.
La actividades mencionadas se derivan de las recomendaciones realizado por personal de la CONAFOR con experiencia en manejo y prevención de incendios forestales y el retiro de vegetación está acreditado con la “Autorización para el manejo, control y remediación de problemas asociados a ejemplares o población es que se tornen perjudiciales" (SPARN/OGVS/099S2/2023) otorgado por SEMARNAT, para realizar el control de 152 especies, las cuales incluyen a 131 especies exóticas al Pedregal de CU y 8 especies nativas arbóreas y arbustivas aledañas a instalaciones universitarias.
La óptima realización de las presentes actividades nos permitirá prevenir afectaciones y pérdidas humanas, reducir daños a las edificaciones universitarias y los relevantes acervos de información y bienes que éstas contienen, así como reducir los daños al ecosistema nativo y las negativas consecuencias que éstos generan hacia la preservación de la vida silvestre, además de evitar contribuir a la liberación de carbono y contaminantes a la atmósfera.
Franja de resguardo del Instituto de Biología
Para más información sobre las actividades revisa las redes sociales del Jardín Botánico (Fb, Tw, In) o acude al Área de difusión y educación del Jardín Botánico.
[1] En el Atlas de riesgos de 2016, definimos conato (menos de 1000 m2) e incendio (más de 1000 m2) a pesar de que para la CONAFOR un incendio es a partir de 10000 m2, pero que debido a la superficie total de la Reserva y a su condición urbana, la pérdida de cada metro cuadrado es fundamental y nombrar reducir la superficie que se considera un incendio ayuda a que se pueda atender de manera más pronta por parte del H. Cuerpo de Bomberos, por lo que actualmente, a partir de 2025 manejamos como conato de menos de 100 m2 e incendio de más de 100 m2 (Zambrano, L., S. Rodríguez-Palacios, M. Pérez-Escobedo, G. Gil-Alarcón, P. Camarena y A. Lot. 2016. La Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel: Atlas de riesgos. 2da edición. Secretaría Ejecutiva de la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel, UNAM. 52 pp.)
[2] Las aquellas listadas en el "Acuerdo por el que se determina la Lista de las Especies Exóticas Invasoras para México" publicado en el Diario Oficial de la Federación el 7 de diciembre de 2016 y las 131 especies exóticas al Pedregal de CU mencionadas en la “Autorización para el manejo, control y remediación de problemas asociados a ejemplares o población es que se tornen perjudiciales".